Andaba yo pensando en varias de las Conversaciones sobre Superdotados que he mantenido últimamente…
Conversación 1:
– Mi hijo tiene Necesidades Educativas Especiales por Altas Capacidades
– ¿Que tiene qué?
– Altas Capacidades
– Silencio. Cara de pócker.
– ¡Que es superdotado!
– ¿Ah sí? – Cara de incredulidad- ¿Como Einstein? Pues nadie lo diría.
– Uf, qué paciencia…
Conversación 2:
– Hombre, entiendo el tema de las Necesidades Específicas de Apoyo Educativo por Altas Capacidades, pero no vas a compararlo con las de discapacidad y trastornos graves de conducta.
– No. No las comparo. Ni tengo por qué. Sólo reclamo la atención que les corresponde.
– Pero a falta de presupuestos mejor será atender a aquellos que tengan Necesidades Educativas Especiales «a la baja»
– ¿Y por qué a unos sí y a otros no?
– Para que estos últimos alcancen todo su potencial. Además, si los superdotados son tan listos no les irá tan mal ¿no?
Conversación 3:
– Mi hijo es muy sensible y aprendió a leer prácticamente solo. Pero no es listo.
– ¿No es listo? ¿ A qué te refieres?
– Pues a que no escribió una sinfonía a los dos años, ni es un portento de las mates. Ha tenido algunos problemas en el cole pero es porque se lo toma todo muy a pecho y dice que se aburre.
– Bueno, quizás no sea un genio tal y como lo entendemos. Pero presenta indicios de Altas Capacidades ¿Por qué no sales de dudas?
– Chica, no sé. ¡No todos van a ser superdotados!.
– Insisto… Esto lo tengo que cambiar pero insisto – ¿Y si se tratara de una enfermedad con mínimos síntomas?
– Entonces sí, ¡claro! ¡Vas a comparar!
Y me pregunto, ¿Qué nos pasa? ¿Por qué mostramos tanto rechazo?
Y entiendo que es Por MIEDO.
Miedo a ser diferente.
Miedo al que es diferente.
Miedo a que alguien sea mejor que yo.
Miedo a que muchos alguien sean mejor que yo.
Miedo al libre pensador.
Miedo a lo desconocido.
Miedo a mi propia falta de autoestima.
Miedo al estereotipo.
Miedo al rebelde.
Miedo al qué dirán.
Miedo al reto.
Miedo… miedo… y más miedo…
Y si pienso en el sistema educativo añadiría que también
Por PEREZA.
Pereza.
Desidia.
Desinterés.
Interés.
Y por supuesto, miedo.
Mucho, mucho, mucho miedo.
Pero seamos conscientes de un hecho,
El desconocimiento sobre las Altas Capacidades, la superdotación, los talentos y la inteligencia en general no beneficia a nuestra sociedad porque si somos hoy en día lo que somos, si hemos avanzado tanto, es gracias a los libre pensadores, a aquellos que fueron contra corriente en su época y se atrevieron a soñar.
A aquellos que desarrollaron sus dones y sus destrezas en beneficio de la humanidad.
Así que no temamos a lo desconocido, a lo diferente.
No nos dejemos ganar por nuestras inseguridades ni por nuestras dudas.
Y avancemos hacia el futuro, avancemos hacia un mañana mejor.
¡Abramos nuestra mente a lo desconocido¡
Hola Ana Maria,
El miedo es nuestro compañero al principio, es natural. Si ya lo tienes por el sólo hecho de ser madre, imagínate con un niño con necesidades educativas especiales. Yo a estas alturas ya no me preocupo, hago todo lo que puedo, todo lo que sé y siempre desde el cariño. Y si me equivoco, cosa que pasa a menudo, pues lo reconozco, aprendo de mis errores y sigo adelante.
Es un camino difícil, en el que te sientes solo a menudo, pero al final como cualquier otra cosa hay que normalizarlo y tirar hacia el único sitio posible, hacia adelante.
Los niños necesitan principalmente cariño, el resto si se tiene pues mucho mejor. Si empiezan las dificultades en el cole, hay que luchar. Pero lo principal es que se conozca a si mismo, que vea que hay otros niños como él, que entienda sus diferencias y aprenda a potenciar sus dones.
Podemos hacer lo que podemos hacer, pero tampoco los podemos proteger eternamente y no sería saludable para ellos.
Acude a la asociación de Altas Capacidades más cercana que tengas, y ya verás como los miedos se van pasando…
Mucho ánimo 🙂
Yo también tengo miedo. A no saber hacerlo bien. A no entender a mi hijo.
A que sea infeliz por mi culpa y mi incapacidad.
Estoy tan perdida…